En un destacado logro para la lucha global contra el cambio climático, un equipo de científicos del MIT y Harvard ha desarrollado un proceso altamente eficiente para convertir directamente el dióxido de carbono (CO2) en formiato, un combustible sólido que podría tener un impacto significativo en la transición hacia fuentes de energía más limpias.
El problema global del CO2
La necesidad de encontrar soluciones efectivas para extraer CO2 de la atmósfera y convertirlo en una fuente de energía útil es un desafío crucial en la búsqueda de un futuro más sostenible. La emisión de gases de efecto invernadero y el cambio climático son preocupaciones apremiantes, lo que ha impulsado a los científicos a desarrollar métodos eficaces de conversión de CO2.
Un proceso revolucionario
El proceso ideado por este equipo de investigadores difiere significativamente de enfoques anteriores para convertir CO2 en combustible. Por lo general, estos métodos implican múltiples pasos, como la conversión del CO2 en carbonato de calcio y procesos térmicos, con una eficiencia que ronda el 20% o menos.
En contraste, el proceso desarrollado por el equipo del MIT y Harvard logra una eficiencia de conversión de más del 90%, eliminando la necesidad de pasos ineficientes. Directamente transforma el CO2 en bicarbonato líquido metálico, que posteriormente se convierte en formiato de potasio o sodio a través de un proceso electroquímico. Este formiato puede secarse para producir un polvo sólido altamente estable.
Los factores clave de este avance
Este proceso ha sido elogiado por varias razones fundamentales:
- Eficiencia y estabilidad: La conversión del CO2 en cristales de formiato sólido logra una eficiencia de más del 96%. Además, estos cristales mantienen su estabilidad durante largos períodos, lo que permite un almacenamiento duradero sin pérdida de propiedades.
- Solución práctica: El equipo superó obstáculos comunes en este tipo de procesos, como la acumulación de subproductos químicos que alteran el pH. Diseñaron el proceso para mantener un pH equilibrado, permitiendo una conversión continua y eficiente.
- Celda de combustible personalizada: Se diseñó una celda de combustible específicamente para utilizar este combustible de formiato, lo que permite la generación eficiente de electricidad.
Posibles aplicaciones futuras
Este proceso innovador tiene el potencial de adaptarse a diversas escalas, desde aplicaciones domésticas hasta sistemas industriales o de almacenamiento a gran escala. Puede imaginarse un electroizador del tamaño de un refrigerador en los hogares que convierta el CO2 en formiato, el cual podría almacenarse en un tanque y utilizarse para generar electricidad y calor cuando sea necesario.
El profesor Ted Sargent, de la Universidad de Northwestern, ha destacado el concepto del formiato como “intrigante”, resaltando su eficiencia y potencial como portador de energía. Este avance científico abre la puerta a soluciones efectivas para combatir el cambio climático y promover una transición hacia una economía más limpia y sostenible.