La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte que la demanda mundial de combustibles fósiles podría alcanzar su punto máximo en 2030, debido al crecimiento de las ventas de autos eléctricos y la transición de China hacia energías limpias. Esto contrasta con la opinión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que prevé un aumento continuo en la demanda de petróleo y solicita inversiones significativas en el sector.
El informe anual de la AIE, titulado “Perspectivas de la Energía en el Mundo”, señala que, en su escenario actual basado en las políticas de los países, se anticipan picos en la demanda de petróleo, gas natural y carbón durante la próxima década, una novedad en la industria. Según el informe, la demanda de carbón declinará pronunciadamente después de 2030, mientras que la demanda de gas y petróleo se mantendrá cerca de su nivel máximo durante las dos décadas siguientes.
Sin embargo, la AIE destaca que la demanda de combustibles fósiles seguirá siendo demasiado alta para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius. Las energías limpias desempeñarán un papel fundamental en la disminución de la demanda de combustibles fósiles.
Para 2030, la AIE proyecta un aumento significativo en la adopción de vehículos eléctricos a nivel mundial, impulsado por políticas de apoyo a energías limpias en mercados clave. Se espera que el 50% de las ventas de automóviles nuevos en Estados Unidos sean eléctricos en 2030, en comparación con el 12% proyectado hace dos años.
Además, China, que durante la última década representó la mayoría del aumento en el consumo mundial de petróleo, está experimentando un cambio en su papel en la demanda energética. China se convierte en un líder en energía limpia, con más de la mitad de las ventas globales de vehículos eléctricos en 2022 realizadas en el país.
La AIE hace hincapié en la necesidad de aumentar la inversión en energías limpias en lugar de combustibles fósiles para facilitar una transición ordenada. Por otro lado, un informe reciente de la OPEP argumenta que detener las inversiones en nuevos proyectos petroleros sería un enfoque erróneo y podría tener consecuencias negativas en el suministro energético y la economía.
Con información de Reuters.